China está intensificando sus esfuerzos para convertirse en una súperpotencia militar en el Pacífico, con planes de construir dos portaaviones de propulsión nuclear.
Esta medida busca disuadir a los países vecinos y desplazar la presencia militar estadounidense en la región.
La creciente tensión se centra principalmente en Taiwán, donde China busca la anexión de lo que considera una provincia renegada. El primer ministro chino, Li Qiang, reiteró el compromiso de Pekín de reunificar China, destacando la preocupación por las garantías de seguridad que Taiwán recibe de Estados Unidos.
Actualmente, China opera dos portaaviones en su armada: el Liaoning y el Shandong. Además, se encuentra en proceso de construcción un tercer portaaviones, el Fujian, con propulsión convencional, y se especula sobre la construcción de un cuarto portaaviones, posiblemente con propulsión nuclear.
El aumento del gasto militar chino refleja su ambición de fortalecer su posición en la región. Se espera que el gasto militar de China aumente en un 7,2% en 2024, alcanzando los 215.500 millones de euros. Este aumento coloca a China como el segundo país con mayor gasto militar a nivel mundial, después de Estados Unidos.
La construcción de portaaviones de propulsión nuclear refleja el deseo de China de proyectar su poderío militar a nivel global. Expertos señalan que este movimiento podría cambiar el equilibrio de poder en el Pacífico, generando preocupaciones sobre posibles conflictos militares en la región.
A pesar de las tensiones, algunos expertos creen que tanto China como Estados Unidos prefieren evitar un conflicto militar directo. Sin embargo, la creciente presencia militar china en el Pacífico plantea interrogantes sobre el futuro de la estabilidad regional y las posibles implicaciones para las relaciones internacionales.