- La investigación de la Universidad de Uppsala revela un vínculo significativo entre dormir menos de cinco horas y el aumento del riesgo de diabetes tipo 2
- Aunque mantener una dieta saludable reduce el riesgo de la enfermedad, no compensa la falta crónica de sueño, según el estudio.
- Priorizar el sueño se destaca como clave para proteger la salud, según los hallazgos presentados en JAMA Network Open
Un nuevo estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia), en el que participaron 247,867 personas con una edad media de 55.9 años, ha revelado una conexión sorprendente entre la falta crónica de sueño y el riesgo de diabetes tipo 2. Los adultos que duermen cinco horas o menos al día muestran un riesgo significativamente más alto de desarrollar esta enfermedad que afecta la capacidad del organismo para procesar el azúcar.
La diabetes tipo 2, que afecta a más de 462 millones de personas en todo el mundo, dificulta la absorción de insulina, provocando niveles elevados de glucosa en sangre y causando daños graves a los nervios y vasos sanguíneos con el tiempo. Aunque una dieta saludable reduce el riesgo de la enfermedad, el estudio destaca que la falta de sueño no puede ser compensada únicamente con una alimentación equilibrada.
Priorizar el sueño es clave para proteger la salud de la diabetes
Los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido, mapeando genéticamente a casi medio millón de participantes y siguiéndolos durante más de 10 años. Descubrieron que una duración del sueño de entre tres y cinco horas se relacionaba con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Incluso las personas que mantenían hábitos alimentarios saludables, pero dormían menos de seis horas al día, seguían teniendo un riesgo elevado.
Diana Noga, investigadora del sueño en el Departamento de Biociencias Farmacéuticas de la Universidad de Uppsala, destaca: “Nuestros resultados cuestionan si una dieta saludable puede realmente compensar la falta de sueño en términos de riesgo de diabetes tipo 2. Esto subraya la importancia de priorizar el sueño para mantener la salud”.
El profesor asociado e investigador del sueño, Christian Benedict, señala que los efectos de la falta de sueño varían entre individuos, dependiendo de factores como la genética y la necesidad real de dormir. Añade: “Recomiendo priorizar el sueño, aunque entiendo que no siempre es posible, especialmente como padre de cuatro adolescentes”. Los investigadores destacan la necesidad de más estudios longitudinales para validar estos hallazgos, incorporando medidas repetidas del sueño y hábitos dietéticos.