Con la fecha de las elecciones presidenciales en Venezuela fijada para el 28 de julio, Nicolás Maduro se presenta como el único candidato seguro, respaldado por el Partido Socialista Unido de Venezuela. Mientras tanto, la principal contrincante, María Corina Machado, ha sido apartada de la carrera política por decisiones gubernamentales, dejando al resto de los aspirantes opositores sin una maquinaria política eficiente para llevar a cabo una campaña viable.
Las autoridades electorales anunciaron esta semana la fecha de las elecciones, evidenciando la intención del gobierno de desviar la atención de la controversia en torno al veto de María Corina Machado para ocupar cargos públicos. Con el plazo de inscripción de candidatos finalizando a finales de marzo, la oposición tiene menos de tres semanas para definir su estrategia.
María Corina Machado, considerada la primera amenaza política real para Maduro en años, ha mantenido su perfil bajo hasta ascender a la cúpula de la oposición el año pasado. Sin embargo, el gobierno de Maduro ha bloqueado sus opciones al prohibir su participación en las elecciones presidenciales.
A pesar del veto, Machado participó en unas primarias en octubre, organizadas por la coalición opositora Plataforma Unitaria, donde ganó con más del 90% de los votos. Sin embargo, el tribunal venezolano ratificó su inhabilitación en enero. A pesar de los obstáculos, Machado sigue en carrera, rechazando la idea de elegir un sustituto y prometiendo continuar hasta el final.
Se espera que el partido gobernante oficialice la candidatura de Maduro la próxima semana. Aunque algunos políticos afines al gobierno y un exreportero de televisión han expresado su intención de competir, ninguno cuenta con la estructura partidaria, el apoyo popular o los recursos económicos para realizar una campaña competitiva.
En Venezuela, las campañas electorales suelen incluir la distribución gratuita de alimentos y artículos, así como una cobertura favorable en la prensa estatal para los candidatos del partido gobernante. En contraste, la oposición enfrenta obstáculos para realizar eventos sin acoso y para obtener recursos y combustible.
Con la fecha de las elecciones ya establecida, la oposición tiene un estrecho margen de tiempo para definir su estrategia y posiblemente buscar alternativas para enfrentar a Maduro. La situación política en Venezuela sigue siendo compleja, y la exclusión de Machado destaca los desafíos que enfrenta la oposición para presentar una alternativa viable en las próximas elecciones presidenciales.