La agencia estatal de noticias argentina Télam ha sido cesada por el presidente Javier Milei, generando una serie de manifestaciones de rechazo tanto de la prensa como de organismos de derechos humanos.
Durante la madrugada, la sede de la agencia en la capital argentina fue vallada y se destacó la presencia de varios policías en la puerta de entrada.
El cierre de Télam fue anunciado por Milei durante su discurso de inicio de sesiones ordinarias del Congreso el viernes pasado. El motivo principal citado fue el uso de la agencia como un instrumento de propaganda por parte del kirchnerismo en las últimas décadas.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, enfrentó preguntas y críticas sobre esta decisión durante una conferencia de prensa el lunes. Afirmó que el gobierno ha enviado un comunicado interno al personal de Télam, eximiéndolos de prestar servicios durante siete días con goce de sueldo, mientras se avanza en el plan de cierre anunciado.
Adorni también señaló que la agencia enfrentaba pérdidas estimadas de 20.000 millones de pesos este año.
El economista ultraliberal Milei, quien asumió el poder en diciembre, ha implementado una política de reducción del gasto público para alcanzar el déficit cero, lo que ha generado resistencia de diversos sectores políticos y sociales.
En medio de este contexto, cientos de trabajadores cesados en Télam, junto con colegas de otros medios y miembros de varios gremios y organizaciones sociales, se manifestaron en las cercanías de la agencia bajo el lema “Télam no se cierra”.
Télam, fundada en 1945 por el entonces secretario de Trabajo y Previsión Juan Domingo Perón, ha enfrentado varios procesos de privatización y estatización a lo largo de su historia.
El cierre de Télam ha generado preocupación entre los corresponsales extranjeros en Argentina, quienes enfatizan la importancia de contar con una agencia de noticias estatal que garantice el acceso a información plural y equilibrada para la opinión pública.
Se espera que estas políticas de ajuste de Milei generen un clima social tenso, con manifestaciones y huelgas en diversas áreas, en medio de una situación económica marcada por la alta inflación y la recesión. Los docentes del sector público realizaron un paro en varias provincias del país el lunes por segunda vez en el año.