José Inés García Zárate, el migrante mexicano absuelto en 2017 por el fallecimiento de Kathryn Steinle en un muelle de la Bahía de San Francisco, enfrenta ahora su deportación, según reveló una fuente al diario The New York Times. Este caso, que fue utilizado por el Gobierno de Donald Trump para respaldar la construcción del muro fronterizo y justificar políticas migratorias más estrictas, ha tomado un nuevo giro.
Dos meses antes de la tragedia de Steinle, García Zárate fue liberado por las autoridades de San Francisco, siguiendo las políticas de “ciudad santuario”, que limitan la colaboración entre la Policía y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). La defensa del mexicano logró demostrar que él encontró accidentalmente un arma bajo una silla, la cual se disparó al caer, causando la muerte de la joven de 32 años.
Condenado solo por poseer ilegalmente un arma de fuego, García Zárate cumplía sentencia en una cárcel federal. Este caso, que fue un tema destacado en la campaña electoral de Trump contra las ciudades santuario, ha vuelto a ser relevante tras el reciente asesinato de Laken Hope Riley en la Universidad de Georgia.
José Antonio Ibarra, un venezolano de 26 años que cruzó la frontera de manera indocumentada en septiembre de 2022, fue arrestado por el homicidio de Riley, generando críticas hacia el Gobierno de Joe Biden por su liberación. Este suceso ha reavivado la controversia en torno a las políticas migratorias actuales y la seguridad en la frontera.