Iván Cantú repitió una y otra vez durante los 22 años que permaneció en el corredor de la muerte en Texas, Estados Unidos.
La ejecución de este hombre de origen mexicano mediante inyección letal se produjo ayer a las 18:47 hora local en la penitenciaría estatal de Huntsville.
En un caso que generó un intenso debate sobre la justicia y la pena de muerte en Estados Unidos, Cantú fue condenado por el asesinato de su primo James Mosqueda, de 27 años, y de la novia de éste, Amy Kitchen, de 22 años, ocurridos en Dallas en el año 2000.
“Quiero que sepan que nunca maté a James y Amy”, dijo Cantú. “Quiero que todos sepan que no creo que esta situación aquí les traiga un cierre”, añadió Cantú.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron irregularidades en el proceso legal y reclamaron que se anulara la condena para poder realizar una revisión completa de su situación procesal. “La evidencia fue manipulada”, dijo Sylvia Cantú, la madre del recluso, quien lideró una campaña pública en defensa de su hijo.
La apelación ofrecía supuestas nuevas evidencias que probarían que se presentaron declaraciones falsas de testigos en el juicio y que los abogados designados por el tribunal fueron ineficaces a la hora de defenderlo.
Iván Cantú, hijo del mexicano Abner Cantú, nació en Dallas, Texas, en 1973, tenía 27 años cuando fue acusado del doble homicidio y fue encarcelado a los 28 y su novia en aquel entonces, Amy Boettcher, testificó en su contra.
Boettcher fue la principal testigo de la fiscalía. La exnovia, quien murió en 2021, testificó que Cantú le dijo que iba a cometer el crimen y luego la llevó al lugar.
Mosqueda y Kitchen fueron asesinados en el dormitorio de su casa el 4 de noviembre de 2000 y sus cuerpos fueron hallados con múltiples heridas de bala.
La organización Amnistía Internacional señaló en un comunicado que persisten dudas sobre “la idoneidad de su representación legal en el juicio” y sobre el testimonio de la testigo clave del estado y las pruebas físicas que parecían corroborar su testimonio.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización no gubernamental estadounidense, durante el juicio “la fiscalía se basó en gran medida en el testimonio de Amy Boettcher”.
La abogada de Cantú, Gena Bunn, y el investigador privado, Matt Duff, sostienen que hubo errores por parte de un abogado defensor que representó a Cantú previamente, dado que no solicitó pruebas de ADN ni de balística, ni tampoco llamó a ningún testigo.
En el argumento final del juicio, uno de los abogados que representaba a Cantú admitió la culpabilidad de su cliente.
Supuestamente Cantú le reconoció que había matado a Mosqueda por haberlo “estafado” en un negocio de drogas y que Kitchen fue asesinada porque se encontraba en el lugar del crimen.
Cantú negó haber realizado esta confesión, pidió interrumpir el juicio y solicitó representarse a sí mismo, pero su petición fue denegada.
Los fiscales señalaron en su día que Cantú mató a James Mosqueda -quien traficaba drogas ilegales- y a su novia cuando intentaba robar cocaína, marihuana y dinero en efectivo de la casa de su primo. Condenado a la pena de muerte en 2001, Cantú insistió desde un principio en que un narcotraficante rival mató a su primo por una disputa sobre dinero.
Los esfuerzos para retrasar la ejecución de Cantú recibieron el apoyo de líderes religiosos y políticos, además de celebridades como Kim Kardashian y el actor Martin Sheen.
Tres miembros del jurado del juicio de Cantú también pidieron un retraso en la ejecución, diciendo que ahora tienen dudas sobre el caso.
Una petición en MoveOn.org instando al gobernador de Texas, Greg Abbott, a conceder una suspensión de la ejecución atrajo unas 150.000 firmas.
El fiscal de distrito del condado de Collin, Greg Willis, cuya oficina acusó a Cantú, dijo que las pruebas presentadas en el juicio demostraron la culpabilidad del reo.
“Sigo plenamente convencido de que Iván Cantú asesinó brutalmente a dos víctimas inocentes en el año 2000”, dijo Willis en un comunicado.
Los miembros también rechazaron conceder un aplazamiento de cuatro meses de la ejecución, que ya fue aplazada en 2012 y en 2023.