En un acontecimiento controversial, el parlamento albanés aprobó un acuerdo que permite al país retener a migrantes rescatados por Italia en aguas internacionales mientras se gestionan sus solicitudes de asilo. La medida, parte de los esfuerzos para aliviar la carga migratoria en la Unión Europea, ha generado controversia y protestas por parte de legisladores opositores y grupos de derechos humanos.
Según el acuerdo de cinco años, hasta 3,000 migrantes podrán ser retenidos simultáneamente en dos centros de procesamiento en Albania durante períodos de alrededor de un mes. La iniciativa ha sido respaldada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aunque ha enfrentado fuertes críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
El parlamento albanés, dominado por el Partido Socialista del primer ministro Edi Rama, aprobó la iniciativa con 77 votos a favor y ninguno en contra, mientras que la mayoría de los parlamentarios opositores, que se negaron a participar, quedaron registrados como ausentes. A pesar de las protestas en el vestíbulo durante la votación, el presidente emitirá un decreto para su aprobación definitiva.
El plan, firmado en noviembre entre Rama y Meloni, forma parte de los esfuerzos de Italia para compartir la carga de gestionar la inmigración con otros países europeos. Italia asumirá el costo de establecer los centros de procesamiento en Albania, estimado en más de 600 millones de euros durante cinco años.
Las instalaciones, totalmente gestionadas por Italia, estarán operativas para la primavera de 2024. Italia seguirá siendo legalmente responsable de los migrantes durante el proceso y los recibirá si obtienen protección internacional, o bien organizará su deportación de Albania si son rechazados.
Rama ha expresado el apoyo de Albania como un gesto de gratitud hacia Italia por acoger a albaneses que encontraron refugio tras el colapso del régimen comunista en la década de 1990. Italia ha instado a la solidaridad de la Unión Europea ante las crecientes llegadas, con casi 160,000 personas llegando a las costas italianas en 2023, un aumento del 50% respecto al año anterior.