El incremento generalizado de los casos de sarampión a nivel mundial ha provocado que más de la mitad de todos los países estén en riesgo “alto o máximo” de sufrir brotes de esta enfermedad para finales de 2024, según la alerta emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos más recientes muestran que en 2023 se reportaron 306,291 casos de sarampión, frente a los 171,156 casos registrados en 2022, representando un aumento del 79%. Este incremento ha llevado a que el número de países con brotes de alto riesgo, con una incidencia superior a 20 casos por cada millón de habitantes, pase de 32 en 2022 a 51 el año pasado, según señaló Natasha Crowcroft, experta en sarampión y rubeola de la OMS.
Aunque muchos contagios y fallecimientos no se notifican o no se asocian con la enfermedad, se estima que hubo alrededor de 9.2 millones de contagios y unas 136,216 muertes por sarampión en 2022, lo que representa un aumento del 43% en comparación con 2021.
La distribución desigual de estos casos y muertes es una preocupación, ya que se espera que casi la mitad de los países que enfrentarán un riesgo alto o máximo este año sean de renta media o baja.
La OMS hace un llamado urgente a tomar medidas para garantizar la protección de todos los niños, ya que la prevención del sarampión y la rubeola ha disminuido en prioridad gubernamental debido a crisis mundiales como la pandemia de COVID-19 y conflictos armados recientes. Es crucial reforzar las medidas de vacunación, especialmente en países de renta baja, para completar la inmunización de los niños y prevenir una propagación devastadora en comunidades vulnerables.