El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha señalado que el Producto Interno Bruto (PIB) de México podría experimentar un crecimiento del 4% durante la presente década, casi duplicando la tasa promedio del 2.5% registrada en años anteriores.
Este pronóstico positivo se basa en las expectativas en torno al nearshoring, o relocalización de empresas e industrias en el país.
Durante su participación en la Cumbre Nearshoring México, Francisco Cervantes, presidente del CCE, informó que solo en las primeras semanas de 2024 se han contabilizado más de 300 nuevos anuncios de inversión extranjera directa (IED) y 50 proyectos de parques industriales destinados a albergar estas operaciones. Esta ola de inversión podría impulsar significativamente el crecimiento y desarrollo de la relocalización en México.
Sin embargo, el CCE también ha destacado la importancia de abordar temas cruciales como la seguridad, el desarrollo de infraestructura logística y energética sustentable para consolidar al país como un destino atractivo para las inversiones. Garantizar la seguridad, modernizar la infraestructura y fomentar el uso de energías limpias son elementos clave para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el nearshoring.
Carlos Slim, presidente vitalicio del Grupo Carso, expresó su optimismo sobre las perspectivas de crecimiento de México y sugirió que la economía del país podría crecer a una tasa del 6% anual durante los próximos 10 o 15 años. Slim enfatizó la creciente integración del PIB mexicano con Norteamérica y resaltó la importancia del desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec para fortalecer las exportaciones mexicanas.
Además, el embajador de Alemania en México, Wolfgang Dold, señaló la creciente escasez de mano de obra calificada en el país, una preocupación compartida por muchas empresas extranjeras. Aunque México ofrece ventajas competitivas para atraer inversión extranjera, como su ubicación geográfica y su fuerza laboral, la competencia por el talento laboral entre empresas nacionales y extranjeras es intensa.
El potencial del nearshoring en México abre oportunidades significativas para el crecimiento económico y el desarrollo industrial, pero es fundamental abordar los desafíos y aprovechar plenamente las ventajas competitivas del país.