Este jueves, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, aclaró que las armas detectadas en México, utilizadas por militares de Estados Unidos, no pertenecen al Ejército de ese país. Reconoció que la potencia de este armamento es tan significativa que el blindaje con el que cuentan no puede proteger al personal mexicano de este tipo de penetración.
Durante la ‘mañanera’ celebrada en Acapulco, el general Sandoval reveló que el gobierno de Joe Biden les informó que dichas armas son fabricadas por empresas como Lake City, que suministra tanto al Ejército estadounidense como a ciudadanos. El gobierno mexicano expresó su preocupación por la facilidad con la que estos cartuchos de gran potencia pueden adquirirse en Estados Unidos.
Desde diciembre de 2018 hasta enero de 2024, México ha asegurado un total de 47,996 armas ilegales, provenientes de diversos lugares como Rumania, Georgia, Austria, Brasil y Estados Unidos, siendo este último responsable del 70% del armamento detectado. Entre las armas confiscadas se encuentran 477 fusiles y ametralladoras calibre 50, de uso exclusivo de Fuerzas Armadas, con potencial de penetración significativo.
El 10 de enero, personal militar mexicano fue atacado con municiones calibre 50 con características perforantes, trazadoras e incendiarias, resultando en la penetración del blindaje de un vehículo militar y la muerte de uno de los elementos. Ante esta situación, México ha presentado una queja formal a Estados Unidos por el flujo de armas y la potencia de su armamento.
El presidente López Obrador añadió que también existe la posibilidad de que los ciudadanos adquieran armas vía internet, subrayando la necesidad de abordar esta problemática con el gobierno estadounidense.