En un giro histórico, el Nacional Monte de Piedad presencia el estallido de su primera huelga en la madrugada del 15 de febrero de 2024, después de una prolongada década de conflictos entre el Sindicato de Empleados y Trabajadores y el Patronato.
Este conflicto, que ha atravesado una fase de intensas negociaciones en los últimos tres años, tiene como telón de fondo la intención de reformar completamente el Contrato Colectivo de Trabajo. Según la representación patronal, mantener el contrato se ha vuelto inviable, ya que el negocio del empeño ha dejado de ser rentable, y el mercado de préstamos se ha diversificado, especialmente con la presencia de instituciones bancarias.
A pesar de prolongadas negociaciones que se extendieron hasta las 22:00 horas, y con la intervención de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, las partes no lograron acordar una prórroga para continuar la revisión del contrato, que ya tenía un progreso superior al 90 por ciento.
En un comunicado de prensa, la representación empresarial anunció que “el sindicato mayoritario del Nacional Monte de Piedad ha decidido dar por terminada la negociación y ha declarado la huelga programada para el primer minuto del 15 de febrero del presente año, tras otra semana de conversaciones infructuosas en el juzgado”.
Subrayaron que las opciones de la institución se ven significativamente reducidas con la huelga, lo que “deja a las partes sin acuerdo y a una negociación truncada, perjudicando a los trabajadores, que llevan tres años sin aumento salarial debido a la intransigencia de su líder, y al futuro de la Institución, cuya misión social está en riesgo”.
Vale la pena resaltar que, en este proceso de negociación, se concedieron diversas prórrogas; sin embargo, el 14 de febrero la empresa decidió no seguir postergando el emplazamiento a huelga.
Para la directiva del Monte de Piedad, el “representante sindical actuó en detrimento de sus representados y, al privilegiar sus propios intereses, se negó todo este tiempo a llevar a cabo la consulta con los trabajadores, ignorando el llamado de las autoridades, incluido el presidente de la República, a la mediación”.
Esta situación no solo daña al Nacional Monte de Piedad, sino que también demuestra que el sindicato no cederá en su postura, ni revelará el convenio de mediación a sus trabajadores, a pesar de que la Institución lo aceptó y firmó desde diciembre del año pasado.
Además, informaron que “es hora de tomar medidas, atendiendo nuestra misión fundacional de ayudar a quienes lo necesiten y el mandato de perpetuidad. Ante la inminente huelga, estaremos en constante comunicación con nuestros clientes a través de nuestros diversos canales oficiales y les aseguramos que sus prendas estarán resguardadas en todo momento”.
Finalmente, acusaron al líder sindical, Arturo Zayún, de ser el principal obstáculo para llegar a un acuerdo. “A lo largo de este proceso, la administración ha mantenido un diálogo transparente y ha hecho esfuerzos por llegar a un acuerdo, cumpliendo con la mediación de la Secretaría del Trabajo y las instancias judiciales. Sin embargo, ha quedado claro en los hechos que nunca hubo voluntad para llegar a un acuerdo y que el líder sindical no representó los intereses de sus afiliados, poniendo en riesgo casi 250 años de legado y miles de puestos de trabajo”.