- Inusual caso de peste bubónica detectado en Oregon, marcando el primer incidente desde 2015 en EE. UU.
- Paciente responde positivamente al tratamiento tras ser infectado, posiblemente, por su gato.
Por primera vez desde 2015, las autoridades de salud en Oregon han confirmado un caso de peste bubónica en humanos en Estados Unidos, también conocida como peste negra debido a la epidemia en Europa en el siglo XIV. El paciente, cuya identidad permanece confidencial, está mostrando mejorías significativas en respuesta al tratamiento, según informaron fuentes oficiales.
Este inusual caso fue identificado en el condado de Deschutes, donde las autoridades emitieron un comunicado la semana pasada informando que un “residente local” había contraído la peste. Se sospecha que la fuente de infección podría ser el gato del paciente, el cual también manifestó síntomas de la enfermedad, evidenciados en un absceso que requirió drenaje.
El doctor Richard Fawcett, funcionario de salud del condado, declaró que todos los contactos cercanos del residente y su mascota han sido contactados y han recibido medicación preventiva. Hasta el momento, solo el paciente y su mascota han mostrado síntomas y están bajo cuidado médico, incluyendo el suministro de antibióticos.
La peste bubónica, causada por la bacteria Yersinia pestis, provoca inflamación de los ganglios linfáticos y es transmitida principalmente por roedores salvajes y sus pulgas. Los gatos, particularmente vulnerables, pueden contraer y transmitir la enfermedad a los humanos a través de roedores o pulgas infectadas.
Los síntomas incluyen fiebre alta, letargo e inflamación de los ganglios linfáticos, y pueden aparecer entre dos y ocho días después de la exposición. Aunque no existe una vacuna, puede tratarse eficazmente con antibióticos si se detecta temprano. A lo largo de la historia, la peste bubónica, especialmente durante la ‘Muerte Negra’ en la Edad Media, ha tenido un impacto devastador en la población.
Situación en Estados Unidos: Este caso en Oregon es excepcionalmente raro en Estados Unidos, con pocos informes anuales en la región occidental. El último incidente registrado en Oregon fue en 2015. Las autoridades sanitarias instan a la precaución, especialmente en áreas propensas a roedores y pulgas, y monitorean activamente la situación.