El comercio electrónico en México ha consolidado su posición como un componente esencial de la economía nacional, revelando un incremento constante en su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) desde 2013, según los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante el 2020, año que marcó el inicio de la pandemia, el comercio electrónico experimentó un destacado repunte al contribuir con un 4.7% al PIB nacional. Este crecimiento ha continuado, alcanzando un nuevo hito en 2022, donde representó el 5.9% del PIB, según el último informe del Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico (VABCOEL).
El VABCOEL de 2022 ascendió a 1.75 billones de pesos a precios corrientes, registrando un aumento del 36.9% en comparación con el año anterior, ajustado por la inflación. Este crecimiento se distribuyó entre diferentes sectores, siendo el comercio al por menor de bienes responsable del 23.3%, el comercio al por mayor de bienes del 19.4%, y el restante 57.3% asociado a otros servicios.
El informe del Inegi destaca que este fenómeno refleja la progresiva recuperación económica tras el periodo de aislamiento social impuesto por la pandemia. Se observa una disminución en la participación del comercio al por menor de bienes, indicando el retorno de las personas a las compras presenciales. Por otro lado, se identifica un aumento en la contribución de servicios como alojamiento, esparcimiento y transporte, que experimentaron una revitalización tras la merma en 2020.
Este crecimiento del comercio electrónico ha sido impulsado por diversos sectores de la economía digital, incluyendo servicios financieros, nuevas formas de contratación en línea, productos digitales financiados por publicidad y donaciones, entre otros.