Legisladores de Movimiento Ciudadano (MC) expresaron su preocupación respecto al impacto del Segundo Piso del Periférico en la movilidad urbana de la Ciudad de México (CDMX), asegurando que ha beneficiado a una minoría de la población que utiliza vehículos particulares en detrimento de los usuarios del transporte público.
La senadora Laura Ballesteros destacó que, a pesar de que el 70% de los 21.8 millones de habitantes de la Zona Metropolitana de la CDMX se desplazan mediante servicios de transporte público, la mayor parte de los recursos federales y locales destinados a infraestructura vial representa un 70% del presupuesto total.
“Invertir en el automóvil implica favorecer a aquellos con más privilegios y posibilidades, mayoritariamente hombres”, comentó Ballesteros.
Por su parte, el diputado Roy Torres señaló que la inauguración del Segundo Piso marcó el inicio de una política de movilidad equivocada, cuya premisa de reducir el tráfico al movilizar vehículos particulares no ha dado los resultados esperados, dejando a la ciudad en una situación de deterioro y con un sistema de transporte público afectado.
Inaugurada en 2005, la obra tiene una extensión de 12.4 kilómetros y requirió una inversión cercana a los 5,068 millones de pesos (mdp). Ballesteros vinculó la crisis presupuestal actual del Sistema de Transporte Colectivo Metro con la inauguración del Segundo Piso, alegando que la falta de recursos para el transporte público está relacionada con las inversiones en infraestructura vial.
Datos de la Cuenta Pública de la Ciudad de México indican una disminución en el gasto destinado al mantenimiento del Metro en 2020 y 2021, situándose en 1,824 mdp y 1,614 mdp respectivamente. Esto refleja una reducción real en el apoyo financiero al servicio de transporte público más importante de la capital.