En un lamentable incidente, un avión militar ruso se estrelló en la región de Belgorod, llevando a bordo a 74 personas, incluyendo 65 prisioneros de guerra ucranianos que estaban siendo transportados para un intercambio. Todas las personas a bordo perdieron la vida en el siniestro.
El Ministerio de Defensa ruso responsabiliza a las fuerzas ucranianas por el derribo del avión de transporte Il-76. Según el comunicado oficial, el radar ruso registró el lanzamiento de dos misiles desde la región ucraniana de Jarkiv, colindante con Belgorod. Este incidente ha sido catalogado como un “acto terrorista” por parte del ministerio.
Las imágenes compartidas en redes sociales revelan la impactante caída del avión en una zona rural y cubierta de nieve, seguida de una gran explosión en el lugar del impacto.
El avión llevaba a bordo a seis tripulantes y tres pasajeros adicionales, además de los 65 prisioneros. El vuelo estaba destinado a la región rusa de Belgorod.
Funcionarios ucranianos aún no han emitido declaraciones sobre el incidente, y se insta a no difundir información no verificada. Las autoridades rusas, por su parte, están llevando a cabo investigaciones sobre el terreno.
Dos legisladores rusos han afirmado, sin presentar pruebas, que el avión fue derribado por misiles lanzados por fuerzas ucranianas.
Es importante mencionar que este trágico suceso ocurre en un contexto de tensiones y conflictos entre Rusia y Ucrania, siendo este último país blanco de intensos ataques. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, informó recientemente sobre un significativo ataque de misiles rusos que dejó 18 personas muertas y 130 heridas.
La situación en la región se mantiene tensa, con acciones militares que persisten desde hace 700 días, y ambas partes involucradas buscan reforzar sus arsenales en medio de un frente casi inmóvil durante el invierno. La comunidad internacional sigue atenta a los acontecimientos en busca de una resolución pacífica a este conflicto.