El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán ha confirmado una serie de ataques militares realizados en Sistán-Baluchistán, Irán, bajo la operación “Marg Bar Sarmachar” (“muerte a la guerrilla”). El operativo, lanzado en respuesta a un ataque iraní en territorio paquistaní dos días antes, apuntaba a escondites terroristas y dejó al menos nueve personas muertas, según informes.
Las fuerzas paquistaníes utilizaron drones, cohetes y municiones de precisión en los ataques dirigidos a los movimientos separatistas baluchis. El ejército destacó la coordinación precisa de la operación y el uso de “drones asesinos, cohetes, municiones merodeadoras y armas de lanzamiento a distancia”. La respuesta se basó en “inteligencia creíble sobre inminentes actividades terroristas a gran escala”, según el comunicado oficial.
Pakistán aseguró que los ataques respetaron la soberanía de Irán y tuvieron como único objetivo garantizar la seguridad y el interés nacional de Pakistán. El país ha estado combatiendo a grupos separatistas en su región fronteriza durante décadas.
El Ejército de Liberación Baluch, un grupo separatista étnico operando en la región desde el año 2000, afirmó que los ataques apuntaron y mataron a sus miembros. Imágenes compartidas en línea por HalVash, un grupo de defensa del pueblo baluch, mostraron los restos de las municiones utilizadas y casas dañadas en Saravan, una aldea cerca de la ciudad afectada.
El nombre de la operación, “Marg Bar Sarmachar”, es significativo en farsi iraní y baluch, significando “muerte a la guerrilla”. La provincia de Baluchistán en Pakistán y las provincias vecinas de Sistán y Baluchistán en Irán han enfrentado insurgencias de bajo nivel por parte de nacionalistas baluchis durante más de dos décadas.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní había justificado los ataques iraníes en Pakistán como respuesta a los recientes ataques mortales perpetrados por el grupo yihadista Jaish al-Adl contra Irán. Jaish al-Adl, formado en 2012, ha llevado a cabo múltiples ataques en suelo iraní en los últimos años y es considerado un grupo terrorista por Irán. La situación ha llevado a tensiones entre los dos países, con Pakistán retirando su embajador de Irán y bloqueando el regreso del enviado iraní a Islamabad.