Las organizaciones criminales Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cártel de Sinaloa mantienen una marcada presencia en Ecuador a través de alianzas estratégicas con bandas locales, evidenciando su control en varias cárceles del país sudamericano y la expansión de la violencia a la población civil.
Según la “Evaluación situacional del entorno estratégico del narcotráfico en Ecuador”, el Cártel de Sinaloa ha estado presente en el país desde 2003. Este cártel utilizó emisarios para coordinar el transporte de drogas mediante aeronaves, lanchas rápidas y la contaminación de contenedores hacia Centroamérica y Norteamérica.
Las autoridades ecuatorianas indican que el Cártel de Sinaloa estableció alianzas con diversas organizaciones locales para facilitar el transporte y salida de droga entre Colombia y los mercados de consumo de cocaína. Según el informe elaborado entre 2019 y 2022, el cártel se ubicó en provincias como Sucumbíos, Pichincha, Los Ríos, Guayas (con Guayaquil) y Santa Elena.
La relevancia del Cártel de Sinaloa en Ecuador se intensificó con la detención, en 2009, del ex capitán de inteligencia del Ejército Telmo Remigio Castro, quien estableció una alianza con la organización mexicana para facilitar el transporte de cocaína desde Colombia hacia Centroamérica y México.
La expansión logística del Cártel de Sinaloa se consolidó con su alianza con Los Choneros, el grupo criminal más grande en Ecuador, según las autoridades ecuatorianas.
Por otro lado, la organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho,” tiene presencia en Ecuador desde 2020. Para el CJNG, Ecuador representa un corredor estratégico para el tráfico aéreo y marítimo, utilizando métodos como la contaminación de contenedores, lanchas de pesca artesanal y go-fast.
Las confrontaciones entre organizaciones locales ecuatorianas desde 2020 están vinculadas directamente al posicionamiento y las alianzas con el CJNG. Estas alianzas incluyen servicios logísticos a cambio de armas y drogas ilícitas, fortaleciendo así a las organizaciones locales.
La volatilidad en las alianzas entre el CJNG y las organizaciones locales ha generado dificultades para construir confianza entre las células, manifestándose en eventos violentos como masacres carcelarias desde 2020. La similitud de los métodos de venganza entre las organizaciones locales por la pérdida de posicionamiento con el cártel mexicano ha sido evidente.
El mapa de Insight Crime destaca la presencia de células como Los Lobos, Los Tiguerones, Los Pipos y Los Chone Killers, que se aliaron formando un conglomerado delincuencial llamado Nueva Generación, vinculado a la estructura de Nemesio Oseguera Cervantes. Estas células exhiben una mayor presencia en Ecuador, según el análisis.