Gonzalo Alfonso López Beltrán, tercer hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador con Rocío Beltrán, ha sido objeto de acusaciones en relación con presunto tráfico de influencias, según señalamientos de distintos medios de comunicación.
Aunque Gonzalo mantiene un perfil bajo en comparación con otros miembros de la familia presidencial, los señalamientos de la prensa lo vinculan a una red de negocios asociada al Tren Maya, proyecto emblemático del gobierno. La investigación denominada ‘El Clan’, realizada por LatinUs, lo identifica como el denominado ‘coyote del Tren Maya’, alegando su participación en la distribución de contratos relacionados con este proyecto federal.
La investigación periodística también revela que al menos ocho amigos cercanos a Gonzalo habrían obtenido cargos públicos en el gobierno federal, algunos de los cuales carecían de las credenciales necesarias. Estos señalamientos ya habían sido mencionados en una publicación de Animal Político en mayo del año pasado.
Gonzalo Alfonso López Beltrán, graduado en sociología, es conocido por haber fundado la chocolatería Rocío junto a sus hermanos José Ramón y Andrés Manuel. No obstante, la actual investigación periodística lo sitúa en el centro de contratos relacionados con el Tren Maya.
A través de grabaciones de Amílcar Olán, amigo cercano de Gonzalo y Andrés López Beltrán, se dio a conocer que Gonzalo estaría involucrado en un negocio millonario vinculado al balasto utilizado en las vías del Tren Maya. Además, se le asocia con la supervisión de tramos específicos de este proyecto ferroviario.
En palabras del periodista Carlos Loret de Mola, Gonzalo habría desempeñado un papel crucial en la distribución de contratos, siendo responsable de decidir “cómo, cuánto, dónde y cuándo”.
Entre las personas cercanas a Gonzalo López Beltrán que están o han estado vinculadas al gobierno federal se encuentran Alberto Becerra Mendoza, actual director del Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep); Pablo Dalí García, director de área en la Coordinación General de Política y Gobierno de la Presidencia; y María Guadalupe Morales, analista en la Coordinación Técnica de Vivienda de Fonatur Infraestructura, entre otros.
Aunque Gonzalo no desempeña cargos oficiales en el gobierno federal, su conexión con el Tren Maya y los señalamientos de tráfico de influencias han generado controversia y han llevado al presidente López Obrador a defender a su hijo de las acusaciones.