México, 10 de noviembre de 2021.- Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México la cifra de matrimonios infantiles de niñas hablantes de alguna lengua indígena duplica a la nacional, es decir, 12 contra 6 por cada mil.
Los datos del Inegi refieren que el matrimonio infantil mayormente se realiza en las zonas rurales del país, afectando a las niñas y niños de estas comunidades.
El 95.5 por ciento de las adolescentes casadas o unidas lo hicieron con parejas mayores que ellas.
La proporción de adolescentes de 15 a 19 años casadas o unidas con parejas por lo menos 10 años mayor en las mujeres rurales es de 16.1 por ciento y en las indígenas de 28.2 por ciento.
Ante este escenario, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, presentó una iniciativa que reforma el artículo 2º de la Constitución Política para anteponer el interés superior de niñas, niños y adolescentes por encima del ejercicio de sus usos y costumbres.
En la exposición de motivos de su iniciativa, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) destaca que las niñas y adolescentes de las regiones más pobres de México se ven mayormente afectadas por el matrimonio infantil y las uniones a temprana edad, tal es el caso de la Región Sur conformada por los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
En esta región se ubican los tres estados con los índices de población en pobreza y en pobreza extrema más elevados del país.
Según el político zacatecano en 2015 en el Registro Civil de Guerrero había 795 actas matrimoniales, donde la esposa tenía entre 12 y 17 años. Mientras que en Chiapas había 747 actas.
De acuerdo con la información de la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres 2015, existe una estrecha relación entre el matrimonio infantil y la educación, considerando que alrededor de 50 por ciento de las mujeres de 20 a 49 años sin escolaridad se casaron antes de los 18 años, comparado con el 38 por ciento de las que recibieron educación primaria; 31 por ciento de las que tenían estudios de secundaria; 16 por ciento con educación media superior y 3.5 por ciento con educación superior.
Según Monreal Ávila el origen de los matrimonios infantiles es variado, pero en la mayoría de los casos obedece a la pobreza, la falta de oportunidades y a las costumbres de la población.
Cuando la familia vive en pobreza extrema o en situaciones de conflicto, suelen celebrarse matrimonios entre niñas de 11 a 12 años, pues se considera que están listas para el matrimonio o porque están en riesgo de ser agredidas sexualmente.
Algunas causas que se vinculan con el matrimonio infantil y uniones tempranas son:
El matrimonio infantil y las uniones tempranas tienen 5 veces más probabilidades de ocurrir en los hogares pobres.
La falta de autonomía económica de las mujeres expone a las niñas y adolescentes a un mayor riesgo de matrimonio infantil.
Las niñas cuyas madres viven situaciones de pobreza, violencia de género, maternidad temprana y bajo nivel escolar están expuestas a matrimonios infantiles y uniones tempranas.
El embarazo adolescente aumenta la posibilidad de una unión temprana.
El matrimonio infantil y las uniones tempranas tienden a ser más altos en adolescentes de 15 a 18 años.