Washington, 18 de octubre de 2021 (AP).- Colin Powell, quien sirvió a presidentes demócratas y republicanos en la guerra y la paz, pero cuya excelente reputación quedó manchada para siempre cuando compareció ante la ONU e hizo afirmaciones erróneas para justificar la guerra de Estados Unidos en Irak, murió a causa de las complicaciones del COVID-19. Tenía 84 años.
En 1989 Powell se convirtió en el primer presidente negro del Estado Mayor Conjunto. En ese cargo, supervisó la invasión estadounidense de Panamá y más tarde la invasión estadounidense de Kuwait para derrocar al ejército iraquí en 1991.
Pero su legado quedó marcado cuando, en 2003, Powell compareció ante el Consejo de Seguridad de la ONU y defendió la guerra de Estados Unidos contra Irak. Citó información errónea que afirmaba que Saddam Hussein había escondido en secreto armas de destrucción masiva. Las afirmaciones de Irak de que no había representado “una red de mentiras”, le dijo al organismo mundial.
En un anuncio en las redes sociales, la familia de Powell dijo que estaba completamente vacunado.
“Hemos perdido a un esposo, padre y abuelo extraordinario y amoroso y un gran estadounidense”, dijo la familia. Powell había sido tratado en el Centro Médico Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland.
El ex presidente George W. Bush dijo que él y la ex primera dama Laura Bush estaban “profundamente entristecidos” por la muerte de Powell.
“Fue un gran servidor público” y “ampliamente respetado en casa y en el extranjero”, dijo Bush. “Y lo más importante, Colin era un hombre de familia y un amigo. Laura y yo enviamos a Alma y a sus hijos nuestro más sentido pésame al recordar la vida de un gran hombre”.
Powell sostuvo, en una entrevista de 2012 con The Associated Press, que en conjunto, Estados Unidos tuvo éxito en Irak.
“Creo que tuvimos muchos éxitos”, dijo Powell. “El terrible dictador de Irak se ha ido”.